sábado, 22 de marzo de 2008

Otra de listas


Hace ya algún tiempo que escribí mis veinticinco películas favoritas. Toca la literatura, en este caso el género de novela. Es esta lista, como la otra, una lista apresurada y poco reflexionada, más orientativa que otra cosa. Ahí va:

1851. Moby Dick de Herman Melville
1859. Historia de dos ciudades de Charles Dickens
1866. El Jugador de Feodor Dostoiesvki
1883. La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson
1887. Drácula de Bram Stoker
1899. El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad
1914. Niebla de Miguel de Unamuno
1925. El proceso de Franz Kafka
1931. La llave de cirstal de Dashiell Hammett
1940. Historias de Pat Hobby de F. Scott Fitzgerald
1942. El extranjero de Albert Camus
1945. Sinuhé, el egipcio de Mika Waltari
1947. El callejón de los milagros de Naguib Mahfuz
1953. El largo adiós de Raymond Chandler
1955. El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio
1960. Todos los caballos del Rey de Michèle Bernstein
1961. Los viejos marineros de Jorge Amado
1962. La conjura de los necios de John Kennedy Toole
1963. Opiniones de un payaso de Heinrich Böll
1964. Juliano, el apóstata de Gore Vidal
1975. La verdad sobre el caso Salvolta de Eduardo Mendoza
1981. Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez
1982. Mi último suspiro (Memorias) de Luís Buñuel
1982. Asesinato en el Comité Central de Manuel Vázquez Montalbán
1996. La arboleda perdida (Memorias) de Rafael Alberti
2003. 2666 de Roberto Bolaño

Faltan, como siempre, otras doscientas. Me he dejado llevar por mis gustos y soy plenamente consciente de que algunas de esas novelas no tienen una altura mayor que otras. Añadiría cualquier otra de Hammett o Chandler, Manhattan Transfer, Nada, alguna de Marsé o de Juan Madrid, La flaqueza del Bolchevique o La sustancia interior de Lorenzo Silva, La ciudad y los perros, El Quijote, La Odisea (pero no es una novela, claro), Agostino de Moravia, El rey Arturo y sus caballeros de Steinbeck, Otra vuelta de tuerca, El vicario de Wakefield, algún Lovecraft, Simenon o Doyle, Justine del Divino marqués, Dublineses o La Biblia, que a causa de mi desconocimiento sobre autor y fecha, ha quedado fuera. En fin, se me olvidan dos mil, pero no tengo ganas de pensar más de lo necesario.
También falta Los tres mosqueteros, pero como aún no me la he acabado, me parecía mal incluirla.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a quien coño le importa lo que lees!! XDDD aqui bajista al aparato. le he dado la dirección de tu blog a mi primo, prepárate a ser idolatrado!! XDDD si en el fondo es lo que quieres!! XDDD correrá la voz por barcelona y la comarca del urgell, de la que mi primo es virrey.
un abrazo broder, jlrnfptb, como pone aqui abajo, y a continuación hay que pulsar sobre un bonito símbolo de un menosválido (???)

Anónimo dijo...

¿Y dónde está "El cine y la memoria"? Me cago en mi puta vida... Hay que ver, camarada comunista o delegado comunista... no sé ya ni cómo te llamaba, que llevo un pedo esta noche...

María, traéme de una vez las salchipapas y la caja del rapé!!!!

Anónimo dijo...

Qué curioso... En cuanto empecé con la lista eché en falta La madre, de M. Gorki, que suponía -erradamaente, al parecer- que ocuparía una posición destacada.

Un saludo!.

Trapecista dijo...

Hombre, Gorki es -era- un grande, pero no, no me saltó al rostro para ocupar un sitio en esta lista.
Querido bajista, es cierto, a nadie le importa, pero yo lo pongo. Camarada Juan Miguel, como somos almas gemelas, no he puesto su excelsa novela porque al considerarla como una extensión de mi pluma, hubiera parecido un gesto pelín vanidoso.
Saludos a todos.

Pd. Los primos siempre son bienvenidos