sábado, 15 de diciembre de 2007
Simplemente ella
jueves, 6 de diciembre de 2007
Curso de Guiones Adaptados (Jardín de las letras)
A medida que se avance en la profundización sobre el campo de los relatos, se elaborarán ejercicios prácticos que culminarán en la elección de una obra, su análisis y el posterior desarrollo de un guión final, ya sea en forma de cortometraje o largo.
PROGRAMA
- Repaso cinematográfico de las adaptaciones literarias más emblemáticas.
- La novela, el relato y la obra teatral como fuentes de las adaptaciones cinematográficas.
- La elección de la obra. ¿Cuando un relato es cinematográfico?
- La adaptación libre ¿Traición u obligación?
- La técnica de la adaptación: síntesis y creación
- Trabajo final: elaboración de un cortometraje o largometraje adaptado (en función del tiempo).
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Días difíciles
Fernando Fernán-Gómez era un sabio. Descanse en paz, o en cachondeo, según le pille.
sábado, 17 de noviembre de 2007
La voz de los locos
Leopoldo ha escrito algunos de los versos más trágicos, más desloadores, más iconoclastas que leí jamás. La moral desparaece en su poesía, lo intelectual muere al semen, los conceptos se desangran ante la catarata de locura cuerda, las convenciones sociales gimen, violadas por la sinceridad de la pòesía. Es único e incomprendido.
Vi a Leopoldo hace un par de años en una caseta de la Feria del libro de Madrid. Antonio Huerga me invitó a tomar una cerveza con ellos y claro, no puede negarme. Para mí era como sentarme con Rilke y hablar de poesía. La cosa salió mal.
Panero estaba destruido, le habían destruido. Pasó todo el tiempo con la mirada perdida, sin hablar e intentando meterle mano a la camarera. Ni siquiera pudo rubricar el ejemplar de su último poemario que yo había comprado en la caseta.
En sus ojos había algo remoto, un vestigio de tristeza. Pensé, cuando me despedí de ellos y eché a andar por las calles de Madrid, que les debe pasar a todos los genios, a los auténticos artistas. Es como en esa novelita de Balzac, La obra maestra desconocida. Nadie los comprende, les toman por locos y terminan así, sin remedio. Es algo inherente a la creación, puesto que nunca se alcanza el arte puro, porque el arte puro es la vida, el semen, la sangre, todo aquello que Panero siempre ha tratado de expresar y ha rozado con la punta de los dedos como pocos.
El declive físico de Panero es evidente. El declive mental no tanto. Porque los locos por lo general, suelen ser más certeros y más lúcidos que el resto. Porque la voz de los locos es la voz desposeida de ese filtro que no hace sino negar nuestra naturaleza, la invariable sed, la pulsión perpetua. Ese maldito filtro que para ser un artista, para ser un poeta, para ser un escritor es necesario rasgar, ese maldito filtro que llamamos cultura, moral, convicción, religión o ideología. Dejo unos versos suyos, que hablan por sí solos. Unos versos que me persiguieron desde que una tarde me inundaron y agarraron y que nunca me han soltado.
No es tu sexo lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma: desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.
lunes, 12 de noviembre de 2007
La Gracia de Dios
Ahora bien, este señor ha sido votado por un pueblo (y con gran porcentaje, dicho sea de paso) y representa los intereses del mismo. Este señor está a la misma altura que cualquier otro Jefe de Estado y no tiene por qué aceptar que un reyezuelo le diga que se calle.
En este país, que me gusta, pero que es de pandereta, no se puede hablar del Rey. En este país valen más las portadas del Hola que la historia. En este país no se cuestiona nada porque todo está bien como está. Pues lo lamento, pero yo no lo escondo. El señor Juan Carlos de Borbón me parece un personaje prescindible, que lleva viviendo toda la vida de los réditos acumulados por no apoyar una intentona golpista de cuatro militares y guardia civiles locos. Ya está bien, oiga. Nadie discute que actuó bien, pero es que tampoco había otra forma de hacerlo. No se puede estar por encima del bien y del mal sólo porque un día te guiaste por el sentido común.
Estoy y espero que se me perdone el lenguaje, hasta los cojones de la familia real, con sus asignaciones, sus portadas de revista, sus cierres de periódicos, sus adictos a la cocaína, sus paralíticos, sus amantes cabareteras, sus nietos, sus leonores, sus premios, sus llantos en funerales, etcétera. Estoy hasta los mismos de la campechanía, la popularidad y el valor que supuestamente han demostrado. Porque no son ciertos, porque si el Rey sale en moto para irse a una casa de putas está en su derecho, pero no significa nada más allá de que es un putero y que le gustan las motos.
Ya está bien, hombre. Que los españoles no somos idiotas por mucho que los periodistas que salen en la televisión parezcan sacados del zoológico. No estoy abogando por la República, porque me parece que estaría de más, estoy abogando porque esta gente se pire de una vez, se meta en los palacios que construyeron con el expolio colonial y no nos ponga más en ridículo.
viernes, 2 de noviembre de 2007
Halloween
Sin duda alguna, el personaje encarna su más alta expresión cinematográfica en la versión de la Hammer Film, protagonizada por el seductor y animal Christopher Lee, uno de los mejores actores del género de terror de todos los tiempos.
Luego leí la novela y vi todas las películas que me fueron cayendo en las manos sobre este personaje. Nunca tuve dudas. Christopher Lee era el mejor. No me disgustaban Lugosi, Langella y por qué no, Gary Oldaman. Pero la comunión entre la vertiente animal, sexual y romántica del personaje, brillaba en los ojos de Lee tras morder el cuello, levantar la vista y paladear la sangre con un leve movimiento del maxiliar inferior mientras los ojos se le teñían de rojo.
De vez en cuando, si encuentro una excusa relativamente válida, dejo a Álvaro en casa y me disfrazo de Drácula. Y es que al fin y al cabo, el escritor (permítaseme que me lo considere) es de la misma sustancia que el vampiro; un ser de la noche que aprovecha la sangre de sus víctimas para nutrir su forma de vida, un conde solitario que sale en busca del cuello hermoso de una joven (o de un joven, según los gustos).
martes, 30 de octubre de 2007
Diez razones para escribir
- Escribo porque me gusta.
- Escribo porque siempre he buscado un lector o mejor dicho, una lectora, que me acompañe en otras lecturas, en otras aventuras.
- Escribo porque tengo Ego y muy desarrollado. Me gusta que me den palmaditas en el hombro, qué le vamos a hacer.
- Escribo porque es mejor que beber (excepto cuando beber es mejor que escribir).
- Escribo porque me interesa la vida, porque tengo mala memoria y porque conozco a tantos personajes y me pasan tantas cosas raras, que si no las escribiera, nunca me lo perdonaría (supongo que esto nos pasa a todos).
- Escribo porque me divierte escribir, porque me fascina crear mundos y vidas.
- Escribo porque es lo único que, mejor o peor, sé hacer para ganarme la vida dignamente.
- Escribo porque al hacerlo me despojo de vestidos morales, intelectuales y sociales y puedo abrir la mente y entender ciertas cosas, que nunca entendería si no las escribiese.
- Escribo porque de mayor quiero ser trapecista y no puta.
- Escribo porque me gustan los libros, porque desde que era un embrión propenso a la nicotina y los güisquis, he soñado con ir en el metro y ver a una señora fina y de derechas leyendo un libro mío y llorando de emoción.
En fin, todo son pajas mentales.