jueves, 17 de abril de 2008

Los sueños (poema del trapecista)

Vosotros que habéis sido
la luz, el pasto,
los crujidos
que en la noche
aventaban contra el silencio
de las madres tristes.
Vosotros,
como luciérnagas en orillas espumosas
os recostabais al calor de la noche,
con el mullido cantar de los grillos
como colchón remoto,
y esperabais el amanecer
fumando de la vida
en el pliegue de los párpados vencidos
por la dicha
del sexo abierto.
Oh, vosotros,
dignos herederos de Ulises,
oh, vosotros, capitanes.
¿Dónde quedasteis?
¿Por qué tuvisteis que morir
como la paja seca
que el fuego besa
y se evapora?
¿Por qué en mi piel
ya no titila
el murmullo de la sangre
que impulsó vuestra esperanza?
Decidme. Decidme
por qué os habeis desvanecido,
por qué alejasteis de mí
aquel fulgor,
por qué, ahora, sólo soy un hombre viejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hooooooooola!