domingo, 8 de marzo de 2009

Bandidos

Estoy indignado. Últimamente se habla mucho de la crisis, de las repercusiones financieras de la misma, del horizonte difuso que el sistema capitalista nos arroja y de la refundación del mismo en aras de una depuración económica que permita sobrevivir al bicho neoliberal mientras medio planeta se muere de hambre y el otro medio suda la gota gorda para poder pagar la hipoteca.
En medio de todo esto, los viejos gigantes de la estafa y el pillaje se siguen llenando los bolsillos a costa de la buena fe o la imposibilidad de contestación de la gente. En medio de la proliferación de minuciosos análisis sobre cómo superar la situación actual, las compañías eléctricas abusan de su posición, de la buena fe o la ignorancia del personal y de su indiscutible poder.


Para bien o para mal vivo solo y tengo que pagar el recibo de la luz todos los meses. En enero, como a todos, me arrearon un palo considerable que me sentó mal pero no consiguió del todo moverme a tomar una decisión. Sin embargo, en febrero Unión Fenosa se ha pasado doce pueblos y me ha cobrado una cantidad astronómica que casi cuadruplica lo que había pagado en otras ocasiones. Cómo pueden ser tan vampiros, cómo pueden aprovecharse de las personas de una manera tan descarada, cómo pueden tener la desfachatez de pretender engañar al ciudadano. Todo esto fue lo que pensé en un primer momento. A los pocos segundos una sonrisa brotó en mi cara. Eran preguntas demasiado ingenuas..
Preso del cabreo más absoluto, llamé al número de atención al cliente y una señorita que seguramente estaría muy mal pagada, explotada y aburrida, me informó de que ellos no podían hacer nada más que mandar un técnico para que viese si algún vecino me robaba la luz. Tras aceptar su propuesta, le digo que de todas formas, hay algo más que no marcha, porque conozco a más gente en el mismo caso y no creo que haya habido una ola de delincuencia lumínica a escala nacional. La señorita me dice que si quiero, puedo mirar el contador y ver si ha habido algún error, porque ella no puede hacer mucho más.

Es incréible ¿no les parece? O sea que me toman el pelo, se ríen de mí y encima tengo que bajar yo al cuarto de contadores a riesgo de encontrarme una pareja desfogando sus pasiones. Qué cara hay que tener.
Informé a la señorita de que no pensaba mover un dedo por un error suyo, que ya estaba bien de tanto cachondeo y reiterándole que sabía que ella no tenía la culpa de nada, envié a la mierda a sus jefes y anuncié posibles medidas contra la usura y el descaro de Unión Fenosa.
Mañana voy a la OCU a ver qué pasa. Ya contaré, si me apetece, el desarrollo del asunto.
Sirva de todas formas esta queja para denunciar modestamente a los bandidos que pretenden, a través de medios innobles y vomitivos, aprovecharse de la gente, engañarla y contribuir con su inmundo granito de arena a que esta crisis que ellos han provocado, la paguen los de siempre, los de la clase trabajadora. Cabrones.

3 comentarios:

Josito Montez dijo...

Mi amor, tienes un premio en mi blog. El enlace es: http://jositomontez.blogspot.com/2009/03/awards-season.html

Besitos!

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog. Sencillo, sincero y agudo.

Trapecista dijo...

Muchas gracias, Josito y tú, a cada uno por lo suyo.