domingo, 10 de agosto de 2008

La canción de Peter Pan

Llevo un fin de semana de encierro, escribiendo mucho aunque no demasiado inspirado. Extramuros hace calor, y no sé por qué en el aire de fuego se ha instalado el silencio. Supongo que la gente sale de casa cuando cae la tarde a tomar una cerveza fresca y unos pinchos, aunque puede que no sea así y este tan sólo sea un verano olímpico separado de sí mismo por un muro infranqueable de hipotecas, crisis, golpes de estado y tristezas varias. Puede ser también que a causa del intenso trabajo en la última serie me haya quedado un poco al margen de la juerga veraniega, que hasta ahora había sido mi segunda residencia.
La impresión que tengo es que la vida se ha serenado y no sé si eso es bueno o malo. Por un lado, noto que fluye mansamente, que disfruto de la escritura, la lectura y el cine. Por otro lado, me da la impresión de que ya no soy un niño encerrado en un cuerpo tardoadolescente y claro, eso me asusta. Dentro de apenas dos semanas, cumpliré años. Qué rápido se pasa el tiempo...


¿Sueno melancólico? Tal vez sí. Sé que muchos pensarán algo así como: Dios mío, no tiene ni treinta años, quién los pillara ¿de qué coño se queja este?
Entiendo ese razonamiento pero todos somos hijos de nuestras circunstancias y las mías son las que son. Siempre me he visto llamado por la canción de Peter Pan, aquel niño eterno que veía cómo los demás se hacían viejos mientras él se dedicaba a volar los fines de semana en busca de su sombra y dejaba los días laborales para esa lucha entre pueril y romántica con el Capitán Garfio, que era algo así como la lucha entre la generación de los hijos y los padres. Cada uno tiene sus complejos: unos se quieren follar a la madre, otros matar al padre, algunos las dos cosas y los de más allá ponerse corbatas porque la tienen pequeña (gilipolleces freudianas). Yo sólo quiero seguir siendo un niño, pero me da la impresión de que, en contra de lo que nos dijeron de pequeños, querer no siempre es poder. Qué pena. Y no os creáis que estoy triste; es sólo que no sabía de qué hablar. Saludos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Dire!

Sabes,yo nunca tuve la sesacion de ser Peter Pan,ni querer serlo,porque por desgracia,cuando era pequeña,lo unico que queria es crecer.Y ahora que ya he he crecido y tengo unos cuantos años mas que tu,tengo tu misma sensacion,¡joder que rapido pasa el tiempo!,da igual que tengas 23,como los que tu vas a cumplir o 38 como los que voy ha hacer yo muy pronto,tenemos la misma angustia,si se le puede llamar asi...

Creo que yo siempre he preferido ser campanilla...

Felicidades por tu trabajo y si no me acuerdo de llamarte por el dia de tu cumple,bueno lo celebraremos con todo el grupo a la vuelta de eso que llaman vacaciones...un beso.

guionistaconrayban dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Pedro Genaro dijo...

Álvaro, el día que se te ocurra dejar de ser niño nada más te jodiste. Me gusta mucho tu blog, acabo de agregarlo a mi Blogroll para tenerlo siempre presente. Soy fotógrafo, principalmente de Naturaleza y de vez en cuando escribo.

Un abrazo virtual desde Santo Domingo, República Dominicana.